miércoles, 27 de abril de 2011

"El día de después..."


“Sentimientos de cuando nos sumergimos en nuestros propios recuerdos…”

Piensa en esto; un día vives algo increíble, algo que supera incluso tus propias expectativas, lo vives, lo sientes, todo es tuyo en ese momento, pero el tiempo pasa, la despedida termina llegando tarde o temprano y vuelves a encontrarte con tu propia soledad, te vas a la cama con una sonrisa, pensando en todo lo que ha moldeado ese día… duermes… y al día siguiente abres los ojos, sintiéndote extraña, colmada de nuevas sensaciones que aún parecen tener vida en tu piel, a veces “el día de después” es cuando todo se siente con más fuerza, encajas todo lo que antes no tenía cabida, todo se torna extraño…

Hace algún tiempo alguien me hizo sentir todo esto:

“No puedo apartar mis recuerdos, no puedo dejar de sentirle cerca, no puedo dejar de recordar todas las sensaciones que me hizo sentir, no puedo dejar de sentirme bien, no puedo apartarle de mis pensamientos…
En estos momentos vago sin rumbo por el camino de las sensaciones, por los atajos de la fantasía, por los caminos del presente, del momento, por el camino de la locura y de esta extraña irrealidad que tanto me llena.

Supongo que ayer reafirmé lo que creía sentir, no se si lo descubrí o simplemente pude decir: ¡Esto es real!
Lo que siento es cierto, me gusto o no, lo es, aunque no tenga sentido, aunque no tenga futuro, aunque sea una locura, aunque no esté bien… a pesar de todo, es real. Creo que no podría definirlo con palabras, creo que no sería justo etiquetar esto, lo único que puedo decir es que me hace temblar con solo rozar mi piel, que junto a él me siento viva, me siento bien, siento que tengo alas, me siento yo, me siento esa persona que tanto adoro y que a veces me cuesta ver, pero junto a él siento la ternura, siento de nuevo la inocencia, siento la fuerza de los sentimientos, siento como todo lo que hay dentro de mí se refleja en mi cuerpo, lo siento en mi sonrisa, lo siento en mi piel llena de vida, siento como mi corazón late con más fuerza que de costumbre, siento como pierdo el control de mis movimientos, siento ese calor, el alma me abrasa, todo en mí está completo, cuando estoy con él no siento vacío, no siento tristeza, no tengo miedo, nada me asusta, simplemente el tiempo se detiene, todo lo que antes parecía real queda en un segundo plano, todo lo que antes parecía complicado se convierte en sencillo, facilidad abrumadora, simplemente no hay nada, solo ese momento, solo sensaciones, solo pensamientos llenos de grandeza, solo sentimientos inexplicables, él me hace sentirme feliz, una palabra o un concepto que no siempre logro ver, que me cuesta sentir, a veces demasiado… otras simplemente creo estar descrita en ese concepto, aunque otras, las que más me abruman, veo esa felicidad tan lejana, tan fuera de mi alcance que me hundo, desaparezco en una oscuridad donde no soy capaz de ver nada, no veo más allá de ese color negro, simplemente desaparezco, muero en vida para alejarme de todo y de todos… Pero junto a él… todo esto… no existe.

No puedo dejar de pensar en él, recuerdo su piel, recuerdo su olor, su mirada, su cuerpo abrasando el mío, le siento dentro de mí haciéndome volar en el placer, llenándome de locura, anulando mi razón y sacando mi parte más visceral, mi parte más primitiva, llenándome de un “todo” que jamás podría expresar con simples palabras, solo puedo sentirlo, nada de lo que pueda decir se acercará a eso, nada con lo que intente explicar lo que viví anoche sería suficiente, absolutamente nada lo sería…

Daría lo que fuese por todo lo que hoy siento siguiese vivo dentro de mí por siempre, pero se, soy consciente de que el tiempo terminará destruyendo lo que hoy me sostiene y no puedo evitar sentirme aterrada. Pero hoy, no es justo pensar en eso, hoy no quiero alejarme ni un segundo de este presente que tanto me eleva, aunque se que el tiempo se me escapa de las manos, cada vez a mayor velocidad, el tiempo es algo que no puedo controlar, no está en mis manos controlarlo… parece que aún vivo todo lo que pasé junto a él anoche, pero… ya no está, simplemente vive, pero solo en mis recuerdos, experiencias que nos hacen ser lo que somos en estos momentos, son nuestros recuerdos, nuestro pasado… todo lo que hemos vivido y experimentado, los que nos hacen ser quien somos en estos momentos…”






sábado, 23 de abril de 2011

"El fin de la inocencia" (Mi primera vez)

Durante años me dediqué a imaginar con quién, cómo, dónde y cuándo sería mi primera vez. Fabriqué miles de historias diferentes en mi cabeza, la curiosidad y el miedo a qué llegara ese momento siempre aparecían en mi mente sin previo aviso.
Nunca me arrepentiré de "mi primera vez", siempre la recordaré y siempre tendrá vida dentro de mí por mucho tiempo que pase.

Fue una noche de diciembre de hace ya algunos años, recuerdo perfectamente la tensión previa, las mentiras que les dije a mis padres para escaquearme de sus llamadas, recuerdo como tembló mi cuerpo durante todo el día y recuerdo todo lo que sentí...

Nos fuimos a su casa, la habitación fue perfectamente climatizada para ese momento, la luz de las velas hacía de la penumbra algo perfecto, mi inocencia en aquel momento lo maquillaba todo de ternura...
Poco a poco el ambiente se iba calentando, la ropa iba desapareciendo sin ningún tipo de prisa, poco a poco conocíamos nuestros cuerpos, cada curva, cada rincón desconocido, conocimos lo prohibido...
Me ruborizaba todo lo que experimentaba mi cuerpo, la forma en la que me tocaba me llenaba de seguridad, me besaba como nunca, acariciaba mi piel descubriéndola poco a poco, besaba mi cuerpo con pasión y deseo pero en ningún momento olvidó esa ternura que solo me decía "te quiero".
Me sentía rara por estar en esa situación, nerviosa por no saber lo que me esperaba, confiaba en él, sabía que nunca me haría daño, confiaba en su experiencia, le amaba más que a nada en aquel momento.
La vergüenza por presentarle mi cuerpo era mi mayor miedo, un cuerpo que nadie había visto en su madurez hasta aquel preciso instante.

Poco a poco se iba acercando el momento que tanto me asustaba, los nervios se apoderaban de mi mente y de mi cuerpo, la desesperación de no saber que iba a ocurrir me llevaba a la locura...
Él siempre actúo con cuidado, no se precitó a nada, sabía que yo me lanzaba a lo desconocido y lo tuvo en cuenta en todo momento.
Llegó el momento, los nervios me atrapaban, segundos de tensión cuando se puso la "protección", todo se acercaba, ya no podía evitarlo, pero estaba segura del paso que iba a dar.
....poco a poco me quitó la única prenda que quedaba en mi cuerpo hasta quedarme completamente desnuda frente a él, desnuda físicamente y desnuda psicológicamente, pasé de ser la chica fuerte a la que él estaba acostumbrada a ser una tímida inexperta puesta en sus manos...
Recuerdo que estaba tan tensa que fue imposible llegar a la "penetración" de primeras, él me tranquilizó y logró relajar todos mis músculos con su calidez... Antes de hacer nada me preguntó si estaba lista, recuerdo que no pude decir nada, solo afirmar con un movimiento de cabeza.
Noté como la suavidad de su miembro se deslizaba desde el clítoris hasta que encontró mi vagina, sin darme cuenta él entraba poco a poco en mi interior, con mucho cuidado, despacio y sin ninguna prisa, como si tuviésemos todo el tiempo del mundo en nuestras manos...

El dolor inundaba mi cuerpo, pero era un dolor que me gustaba, una sensación muy rara que aparecía en mi vida. Su suavidad me encantaba, él siempre pendiente de mí, con temor a dañarme... al ver mi cara de sufrimiento se detuvo, me preguntó que si paraba pero yo no le paré, quería que continuase, quería seguir viviendo ese momento a pesar de la presión que sentía en mi interior...
En ningún momento aceleró el ritmo, me miraba y yo me ruborizaba, de vez en cuando se acercaba a mí y me besaba con ternura en los labios o en la mejilla muy cerca de la boca.
Poco a poco me acostumbraba a esa nueva sensación, pero quizás estaba demasiado tensa para disfrutar.
Cuando me iba familiarizando noté como despacio, con un cuidado que me ruborizó aún más, salía de mi interior para "explotar" fuera de mí, no se agitó en ningún momento, puedo luchar contra los deseos de un orgasmo para no dañarme, me sorprendíó su delicadeza, su ternura, su paciencia...
Me abrazó con fuerza, como si fuese un bebé en un mundo nuevo, me arropó con una manta y estuvimos así, abrazados, como en otro mundo, me trasmitía amor, fuerza, seguridad, me daba todo lo que necesitaba...

 ¡Era feliz!

No se cuanto tiempo permanecimos en nuestro mundo de dos, me seguía descubriendo como un niño que descubre el mundo y sus lugares. La noche continuó, no volvió a introducirse en mí, nos vestimos poco a poco, la luz volvió a la habitación y la luz de las velas se esfumó.
Pasé una noche maravillosa junto a él, en ese momento solo existía él y yo, creo que esa noche hizo que nos quisiéramos aún más de lo que ya nos queriamos. Aún me ruborizo al recordar esa noche tan intensa, tan larga y a la vez demasiada corta para tantas sensaciones.

Fue mi primer amor, un amor que duró cuatro años y medio y que se acabó porque cada uno pertenecíamos a mundos demasiados incompatibles, todo lo que llegamos a sentir el uno por el otro acabó siendo enfermizo, a pesar de que nos dijimos adiós queriéndonos, a pesar de que siempre estaremos en algún lugar de nuestras mentes, hay cosas que tienen que acabar a pesar de los sentimientos, hay cosas que tienen fecha de caducidad y esta fue una de ellas.

A veces no importa el amor, no importan los sentimientos, hay que saber tomar decisiones cuando las relaciones terminan consumiendo nuestra propia vida, hay que saber decir "adiós" con la razón aunque se nos desgarre el corazón al hacerlo....

jueves, 21 de abril de 2011

Mi Primera Vez



Para comenzar a hablar de sexo, ¿por qué no empezar por el principio?
Nuestros comienzos, los miedos y la encantadora curiosidad de la adolescencia, porque a todos nos ha pasado, todos hemos sufrido el miedo, el deseo y el pudor de ese paso tan importante.
Aquí os presento mi historia personal, cuando conocí a mi primer amor.
Juntos descubrimos en el primer año los entresijos de nuestros cuerpos y los placeres de las caricias sin llegar a satisfacer ese deseo con el que ardíamos del todo. Tuvo que pasar un año para entregarnos a ese delicioso placer que es el sexo.
Hasta el último detalle estuvo planeado para el gran día, un baile erótico de danza oriental, velitas en la habitación para crear un ambiente romántico y hasta los jueguecitos previos se repasaban una y otra vez en mi cabeza.
Siguiendo con el guión nos fuimos a su habitación y comenzamos a besarnos, los primeros besos fueron tímidos, nerviosos por saber lo que nos esperaba después.
Los besos tímidos dieron paso a unos besos más pasionales, aumentando el ritmo y la intensidad y comenzaron los besos y mordiscos por el cuello. Llegados a ese punto los besos se quedaban cortos para lo que sentíamos en ese momento y comencé a quitarle la ropa. Yo apenas necesitaba quitarme nada ya que el vestido constaba de un sujetador, un cinturón y unas faldas hechas de tiras de gasas rosas que dejaban al descubierto mis piernas. Hicimos las caricias más intensas y profundas recorriendo nuestro cuerpo con las manos y la boca, centrándonos en los genitales…
Pero no todo sale como esperamos y en este caso yo no iba a ser menos, mi primera vez se puede definir como una Grandísima Mierda.
No penséis que estoy siendo exagerada ni mucho menos, el baile con los nervios me salió horrible, no me acordaba de los pasos y en ocasiones me quedaba en blanco y no me movía, para colmo el pobre chico sufrió un problema… digamos que el “problema” no llegó a levantarse por mucho que lo intenté.
Para esos momentos hay una variedad de frases típicas como “no te preocupes, cariño”, “tranquilo, no pasa nada” o quizás “otro día lo intentamos” cosas que tuve que decir para que se sintiera mejor, frases que no se parecían en nada a las gritaban en mi cabeza “vaya mierda, y ahora me quedo yo con un calentón de caballo” o “al menos que el chico se porte y me haga un favorcillo ahí abajo”
Aún así fue mi primera vez y aunque no salga como planeamos ese momento es especial por ser el primero y con la persona a la que quieres, así que si vuestra primera vez no os ha salido bien, hay que volver a repetir.

"El Imán del Sentir"


Supongo que todos llevamos dentro ese animal que nos mueve por los mundos del placer...

Inconscientemente búscamos en cada lugar conexiones que nos llenen todos los vacíos que tenemos, buscamos en los demás lo que en soledad no puede ser cubierto, ansiamos la locura del deseo y a la misma vez intentamos que quede en secreto. A veces es ese miedo a la crítica el que nos reprime ante nuestros verdaderos deseos, otras es la cobardía la que nos deja paralizados, pero a pesar de todo lo que nos reprime nuestro verdadero "Yo" siempre grita en rebeldía, recordándonos nuestros deseos, nuestras fantasías y hasta que punto queremos llegar.

Nuestra propia naturaleza nos hace temer la soledad, quizás aún no hemos aprendido las maravillas que nos podemos ofrecer nosotros mismos; negándonos a esta ansiamos el calor el ajeno, necesitamos el tacto de la suavidad, nos alimentamos de personas, nos extasiamos con su locura...

Maquillamos nuestra propia realidad con la ternura que nos envuelve cuando nos desplazamos al mundo del amor, a veces solo nos basta con ser abrazados durantes un momento eterno para llenar ese vacío que a veces tanto nos duele, otras utilizamos el mismo sexo para evadirnos de la máscara que tanto nos pesa en nuestras rutinas, otras lo convertimos en la evasión de una realidad que logra llevarnos a las tinieblas...

Miles de formas de utilizar el contacto, miles de formas de refugiarnos en él, pero siempre existe ese imán invisible que hace que no nos podemos resistir a su fuerza. Las conexiones ya sean carnales o de sentimientos mueven nuestros hilos, a veces nos mueven como marionetas sin voluntad que se ven incapaces de controlar sus propios movimientos...

¿Entenderemos algún día las razones que nos hacen perder la cordura por lo ajeno? ¿Podremos algún controlar todo lo que es capaz de destruirnos? ¿Aprenderemos algún día a sentir sin que al hacerlo se desencadenen consecuencias negativas?

...y es ese sentir lo que buscamos, eso es lo que necesitamos, lo ansíamos más que a la propia vida, lo que sentimos es lo que realemente nos mantiene vivos...

miércoles, 20 de abril de 2011

"Carta de Presentación"

                                 

¿Por qué no desplazarnos al mundo paralelo que nos aporta el placer?
¿Por qué guardar las apariencias ante algo que todos deseamos?
¿Hay que tener algún tipo de temor al hablar de nuestros pensamientos más viscerales?
¿Por qué no compartir con el mundo lo que se siente al visitar el éxtasis del sexo?
¿Por qué ponernos barreras ante nuestros propios deseos?

No hay nada más natural como lo que estamos destinados a hacer por naturaleza, no hay nada más puro que sentir nuestro propio cuerpo vibrando de placer...

Nuestro deseo es compartir nuestras experiencias, queremos hacer de nuestras propias barreras algo natural, queremos ofrecer al mundo otra perspectiva, compartiendo nuestras fantasias y nuestra realidad, vamos a intentar trasladar el mundo de lo erótico, del sexo y de los sentimientos a otra dimensión... sin pudores, sin barreras, sin miedos...

Déjate llevar por las palabras, imagina todo lo que deseas y hazlo real, experimenta, prueba, siente... La vida nos ofrece un sin fin de alternativas... ¿Por qué no dejarnos llevar por ellas? ¿Quién tiene el poder de poner barreras en un mundo donde no existen tales barreras?

Prometemos que nada de lo que leas te dejará inmune, prometemos hacer todo lo posible para que aprendas a disfrutar de tu cuerpo y de tu mente como nunca lo has hecho, abriremos nuevas puertas que te llevarán a lugares que jamás habrías imaginado que existían, te enseñaremos a quererte e incluso a saber amar tus propios defectos, sin complejos, sin límites, te enseñaremos un mundo donde la libertad es la protagonista, sin censuras...

Nada está escrito... hoy vamos a comenzar a escribir nuestra propia historia...