lunes, 8 de agosto de 2011

"Noche mágica" 3ª PARTE

Llegó la calma, fue al baño unos minutos que me parecieron una eternidad pero pasaron, volvió a mi lado, me abrazó hasta que el cansacio le venció y se quedo dormido junto a mí. No podía dejar de admirarle, no podía dejar de mirarle, no podía parar de sonreír.
Le dejé dormir, no quería que despertarse, no podía darme el lujo de perderle, le acariciaba con cuidado para no interrumpir su sueño, no podía dejar de estar pendiente de él, tenía ante mis ojos mi ilusión, mi fantasia hecha realidad, tenía ante mis ojos a una persona que me hace vivir las cosas de una manera tan pura que a veces me abruma, tenía la razón de mis días pasados y en ese momento era mío, solo mío, me pertenecía de una manera o de otra....
Se despertó un momento entre sueños, tan dulce como cuando dormía, ví como intentaba taparse así que le arropé con la manta, me tapé yo también junto a él, apagué el aire acondicionado, agarré su mano con cuidado y cerré los ojos, sentía su respiración en mi rostro, y así, sintiéndome bien, feliz, conseguí dormirme, junto a él hasta dormir me resultó fácil, no quería, pero supongo que el cansancio me venció. Despertamos los dos a las 5 y algo de la mañana, sabía que no podiamos quedarnos dormidos de nuevo, no se podía arriesgar tanto y supongo que quedarnos dormidos hasta la mañana y que alguien nos encontrara era tentar mucho a la suerte.
Despertó, como si no hubiese dormido, lleno de cansancio pero tan precioso y perfecto como había llegado junto a mí, le dí su ropa poco a poco, se empezó a vestir, se puso primero la ropa interior y sus pantalones, se levantó, yo le admiraba sentada en la cama, cogió su camiseta y se la puso, no antes de desear que no lo hiciera, podría pasar una eternidad admirando su belleza.
Llegó el momento, la despedida se acercaba, le acompañé hasta el ascensor, iba con paso lento, intentando retardar lo máximo posible la despedida. Llamé al ascensor, mientras le abracé como si fuese la última vez, el ascensor llegó, le volví a abrazar, me sonrió, me preguntó que si me iba a conectar al día siguiente, le respondí con un movimiento de cabeza porque la voz no salía de mí. Le abrí la puerta y entró, me dió un beso, me dijo que intentara descansar lo que quedaba de noche y me dió las buenas noches con su voz increible. Le dije que me diera un toque cuando llegase a casa y dejé que la puerta se cerrrase.
Se había acabado, había perdido su compañía, pero seguía sintiéndome llena, sonreía sin más, cuando entré en la habitación de nuevo, esta vez sola, seguía sintiendo su presencia, toda la habitación estaba impregnada de él.
Mi móvil sonó, ya estaba en su casa, tardé en poder dormir, hasta siete y algo no logré acostarme, los recuerdos, las sensaciones... todo... giraba en mi cabeza, aún lo estaba viviendo; Sonriendo, llena de paz, con su tacto en mi piel y la sensación de sus labíos en los mios apagué la luz, cerré los ojos y dejé que el sueño y el cansancio me transladaran a los sueños...
                                                                            THE END

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