sábado, 6 de agosto de 2011

"Noche Mágica" 1ª PARTE

Después de un año sin verle, por fín llegó el día que tanto había esperado... Y toda la espera, tantas largas conversaciones detrás de una pantalla, tantas ilusiones, tantos sentimientos reprimidos y tanta impotencia por la separación física, todo, absolutamente todo, ha merecido la pena...

Allí estaba, bajé a su reencuentro al ver su toque en la pantalla de mi móvil, salí de mi casa por la puerta de las locuras, con los nervios apoderándose de mi cuerpo, aunque no tanto como creía, cuando subí al ascensor hice lo mejor que podía haber hecho, me dije a mi misma: ¡Tranquila! ¡Respira! ¡No pasa nada! ¡Tranquila!... Tomé aire, el máximo que podía introducir en mis pulmones, respiré profundo varias veces, me llené de fuerza, mis nervios se calmaron un poco. Mi trayecto en el ascensor acabó, tenía que salir de esa burbuja, creo que me pareció más largo que otras veces, pero cuando tuve que abrir la puerta... en ese momento me pareció demasiado efímero; salí, miré a la puerta del edificio y allí estaba, le veía, no podía creer que lo estuviese viendo, pero estaba cerca, cada vez más cerca, tuve que mirar al suelo mientras caminaba porque sentía que si le seguía mirando las piernas me fallarían y caería al suelo sin más, llegué, le abrí la puerta y allí estaba, a menos de medio metro de mí, supongo que sólo hice lo que sentía, no pensé, solo le abracé, estaba entre sus brazos, nunca olvidaré lo que sentí, a pesar de que me habría quedado así para el resto de mi vida, tenía que apartarme, le besé en el cuello, lo sentí suave, cálido, cercano... perfecto.
Subimos a mi casa, sentía la tensión, sentía la vergüenza mutua, sentía los nervios, los primeros momentos fueron extraños. Al principio parecía que nos costaba hablar, supongo que la mejor palabra vuelve a ser "extraño", raro, después de tantas horas detrás de una pantalla incluso la realidad parecía que estaba fuera de lugar, alejado de nuestra realidad, pero estaba aquí, conmigo, en mi casa, en mi mundo.
Tardamos un rato en acomodarnos, poner la peli (que no vimos) y supongo que en tranquilizarnos. Apagué la luz y encendí la luz de la penumbra, él se acomodó, yo me puse en el otro lado de la cama, junto a él pero guardando las distancias. Pasarón unos minutos, no sé por qué pero yo me quité de mi sitio y me puse sentada en la cama frente a él (creo que iba a intentar subirle la voz al pc); entonces me dijo:
- ¡Creo que te debo un abrazo! (de una apuesta que habíamos hecho hace algún tiempo)
Me puse nerviosa, no me dió tiempo a terminar mi frase: "¿Pero me lo vas a...", cuando ya me tenía entre sus brazos, este abrazo fue diferente al primero, me abrazó con fuerza, como si me pudiese escapar sin previo aviso, me abrazó con tanta ternura que aún me parece abrumador, él estaba acostado y me tenía abrazada semi-encima de él. Yo simplemente volaba, me sentía protegida entre sus fuertes brazos, me sentía tan bien... Fue un abrazo eterno, sentía su respiración en mi oído, sentía su calor, podía hasta sentir el latido de su corazón.
No podía evitarlo, me mente me lo pedía, le besé en el cuello varias veces, le besé en la cara, intentaba decirle con mi cuerpo lo que no le podía decir con palabras: ¡TE ADORO --!
Él también me besaba (nunca en los labios), sentía sus labios en mi cuello, en mi rostro, en mi frente...
Después de ese momento eterno me dijo:
-¡Parece que se me han pasado un poquito los nervios!
Y después me preguntó:
-¿Estás nerviosa?
Le dije que un poco, pero la verdad es que en ese momento no estaba nerviosa, solo me sentía bien, solo volaba, solo soñaba, solo vivía, solo sentía...
Me cogió y me apolló en su hombro, seguía abrazándome, mis manos me pedían tocar su piel, mis dedos dibujaban caricias en su cálido lienzo, sentía sus manos recorriendo mi cuerpo, con su ternura abrumadora, sentía paz, me sentía tranquila, cómoda, cálida, protegida...
Palabras, sensaciones carnales, todo era increible, su voz me llenaba, sus palabras y susurros en mi oído me hacían temblar... Le deseaba tanto... quería besarle pero no podía... a pesar de todo no estaba bien...
El tiempo seguía pasando, cada vez más cerca, cada vez más conexión, más deseos reprimidos.
Intentó besarme y me aparté, ¿Por qué no podía?, hubo un momento en que no me aparté, se acercó a mí lentamente y presionó sus labios contra los míos, simplemente eso, lentamente, noté su presión, largos e intensos segundos, después me abrazó y lo apreté con fuerza.
Hubo un momento de conversación que exploté, supongo que fue la impotencia de no poder tenerle más de lo que lo tengo, no pude controlar mis sensaciones y sentí mis lágrimas, unas lágrimas que no dolían, solo acariciaban mi rostro y liberaban lo único que podía quedar de malestar o de impureza dentro de mí, y en ese momento, me sentí totalmente libre, totalmente plena...

CONTINUARÁ...

2 comentarios:

  1. En verdad me han hecho vivir el texto, enhorabuena...
    Siempre me genera la duda de si seréis dos mujeres u hombre y mujer o... pero es una pregunta retórica, no necesito una respuesta que el propio blog no da.
    Un cariño.
    HD

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  2. Hola Humberto!!!!
    Me alegro de que te haya gustado la entrada. Respecto a tu pregunta "retórica" es un placer contestarte; somos dos amigas, no hemos querido indentificarnos por nuestros nombres completos, ya que algunas de nuestras entradas contienen información muy personal y por eso preferimos utilizar los apodos de ML y EG para identificarnos.
    Espero que nos sigas visitando!!!
    Un gran abrazo
    =)
    Fmd: ML

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